Acaba de ser publicado por parte de la Excma. Diputación Provincial de Soria el libro: La Desamortización Forestal en la Provincia de Soria. La Génesis de los “Montes de Socios”, del que es autor uno de los Ingenieros de Montes de esta Asociación: don Amador Marín Gutiérrez.
Aprovechando parte del “Fondo Documental de la Desamortización Forestal” generado entre 2010 y 2013 en el marco del Proyecto Piloto “Montes de Socios” de la Red Rural Nacional, al que ha incorporado datos y detalles frutos de su propia investigación, Marín ha conformado una obra llamada a rellenar, de manera concluyente, un hueco existente, hasta ahora, en la historiografía forestal provincial, tan sólo mínimamente esbozado en obras preexistentes.
El lector va a encontrar en esta obra un análisis minucioso de la incidencia que el fenómeno desamortizador tuvo en nuestra provincia en relación a sus montes, desgranando las consecuencias que sobre la foresta soriana tuvo la desamortización de Mendizábal (1836-1851) y la de Madoz (1855-1924).
Así, periodo a periodo, etapa a etapa, pueblo a pueblo, se visualiza en este libro la trascendencia que el proceso enajenador tuvo en el mundo rural provincial, cuantificando su alcance y analizando la causa de su diferente incidencia geográfica y temporal (íntimamente ligada a la vegetación que sustenta cada región biogeográfica). Y cada afirmación, cada detalle, queda respaldado con datos fehacientes extraídos de los documentos existentes en los diferentes archivos consultados. Se analizan además, pormenorizadamente, los diferentes Catálogos de montes exceptuados de la desamortización, que, por supuesto, tienen su razón de ser vinculada a este proceso liberal decimonónico; y se hace un cuidado estudio del no tan conocido “Catalogo de Hacienda”, repertorio germinal de los posteriormente denominados montes de libre disposición, donde se destaca la enumeración de su contenido más importante: dehesas boyales y terrenos de aprovechamiento común (tipos ambos invendibles, en base a la propia legislación desamortizadora).
Pero es el capítulo más importante el dedicado a la cuantificación y distribución provincial de los “montes de socios”, demostrando previamente que fue el fenómeno desamortizador el gran generador de estos peculiares predios, consecuencia de que gran parte de las compras de montes, tras las respectivas subastas, se realizaron de manera colectiva por los anteriores usuarios de estas fincas, es decir, los moradores locales de los pueblos en que aquellos radicaban, los cuales, indudablemente, se vieron obligados a realizar una importante esfuerzo económico para garantizar su subsistencia, puesta en riesgo si los montes caían en manos extrañas.
La labor de investigación ha hecho posible sacar a la luz datos cuantitativos que duplican, e incluso triplican, las cifras superficiales que tradicionalmente se asociaban al proceso desamortizador. El número de predios forestales subastados en la provincia se acercó a los 1.800 casos, correspondiendo tan solo 17 de ellos al periodo de vigencia de la Ley Mendizábal, resultando abrumadoramente más importante la Ley de Desamortización General (Madoz). Y, aunque el proceso fue muy prolongado en el tiempo, prácticamente el 50% de las ventas se concentró en dos años (1866 y 1867).
La superficie de monte puesta en remate en Soria superó las 207.000 hectáreas, de las que el autor ha encontrado referencias a enajenaciones efectivas para casi 190.000 hectáreas, es decir, un 91%. Y la superficie identificada como monte de socios se acerca a la cifra de 150.000 hectáreas.
Se analizan en la obra las variantes, problemática y orfandad legal que históricamente han tenido los montes de socios, cuyas posibilidades de gestión cambiaron radicalmente en el año 2003, tras la aprobación de una nueva Ley de Montes que habilitaba la constitución de Juntas Gestoras en estos montes pro indivisos.
El número de localidades afectadas por la desamortización forestal en esta provincia es de 427. Se demuestra por tanto, que fue un fenómeno generalizado del que tan sólo se libraron contados pueblos cuyos montes se encontraban poblados por especies concretas (pinares, robledales y hayedos casi no se desamortizaron), o aquellos otros en los que los terrenos forestales ya eran privados en aquella época por pertenecer, normalmente, a la nobleza (destacando el ducado de Medinaceli).
Se trata, en definitiva, de una obra que es de interés no sólo para los estudiosos de la realidad socioeconómica provincial, y para aquellos amantes de la historia forestal en general, sino para los que a nivel local, buscan explicación a la tipología de la propiedad (público-privada) que, en sus diferentes variantes coexisten en cada territorio.